El interior de esta imponente mole de piedra de sillería adquiere cierto porte catedralicio, con sus tres altas naves góticas; la central más ancha que las dos laterales.
Las bóvedas de crucería configuran arcos apuntados que apoyan en pilares cilíndricos fasciculados con base octogonal y capiteles a modo de anillo decorados por motivos vegetales que generan una especie de bosque espacioso.
La escalera por la que se accede al coro presenta un fluido y lógico desarrollo en los tramos que la conforman. A destacar también el suave modelado de los elementos decorativos que lucen sobre cada uno de los pilares.