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La exposición permanente, distribuida en los 5 ámbitos ya señalados en la página "Estructura", muestra los orígenes e historia de la vid y el vino; los distintos procesos y utensilios empleados por el hombre en la vitivinicultura y la impronta de la vid y el vino en la creación artística. Piezas arqueológicas de Egipto, Grecia o Roma; pinturas, esculturas españolas, flamencas o italianas; orfebrería, artes decorativas, la colección de sacacorchos y la colección etnográfica en la que destacan sus prensas, se aúnan para mostrar la trascendencia del vino.
Todo ello a través de más de 2.000 piezas a las que acompañan una cuidada profusión de modernos medios audiovisuales que ayudan al visitante a una más fácil comprensión de todo lo que se le muestra.
Y ya fuera del museo se localiza "el Jardín de Baco", del que también aquí hacemos referencia.

NACER, CRECER, MADURAR.....
Desde sus orígenes, el vino ha sido algo más que una bebida por la repercusión que ha tenido en las culturas donde se ha asentado. A través de los aperos y de la maquinaria con que el hombre se ha ayudado, se muestra el cultivo de la vid a lo largo de las cuatro estaciones del año y cómo se elabora el vino.

GUARDAR LAS ESENCIAS
El hombre descubrió que, durante la crianza, la barrica de madera doraba al vino de nuevos aromas. Luego averiguó que la botella de vidrio era ideal para redondear sus cualidades y para su envejecimiento. También detectó que el tapón de corcho lo aislaba a adecuadamente del exterior. Es así como toneleros, vidrieros y artesanos del corcho se convirtieron en fieles aliados del bodeguero.

LA BODEGA: EL SUEÑO
No todo es quietud y reposada crianza en una bodega. El silencio se desvanece con los trasiegos, clarificados y filtrado: trabajos necesarios para elaborar un buen vino.
Con el vino preparado, llega su comercialización y transporte. Anforas, pellejos, barricas o botellas son los recipientes que transportados en carros, barcos o trenes han llevado a los confines del mundo y han convertido al vino en una bebida universal.

EL VINO: ARTE Y SÍMBOLO
A lo largo de la historia, la vid y el vino han adquirido un valor simbólico y una importante dimensión cultural. La colección de arte y arqueología reúne obras de las más variadas épocas y técnicas que comparten el denominador común de estar vinculadas al vino.

ABRIR, SERVIR Y BEBER
Llega el momento de disfrutar del vino. El Museo exhibe una colección de sacacorchos con más de 3.000 ejemplares. Con la botella abierta, el vino debe servirse y beberse. La colección reúne elementos de servicio y recipientes para degustar el vino desde la antigüedad hasta el siglo XX, que reflejan los cambios marcados por las costumbres y las modas de cada época.

EL JARDÍN DE BACO
La zona exterior del museo ofrece la posibilidad de visitar un hermoso jardín con más de 200 variedades de vides -una de las colecciones ampelográficas privadas más importantes del mundo-, disfrutar del agradable paisaje o descubrir dos norias del siglo XIX pertenecientes a la antigua finca -donde actualmente se ubican bodega, museo y parte de los viñedos- conocida tradicionalmente en Briones con el nombre de "Las Norias".