El órgano de la iglesia de Santa María de Briones fué construido en 1630 por Francisco de la Plaza. Transformado posteriormente por los maestros Francisco de Olite y Diego de Orio y finalmente remodelado por el maestro italiano Andrés Gasparini. Juan Manuel de Betolaza, en 1826, rediseña el órgano nuevamente para dejarlo en su actual configuración.
El instrumento, muy maltratado por el paso del tiempo, fué sumiendose en el letargo durante las décadas de los 50, 60 y 70. Las últimas personas que lo tocaron, antes de su progresivo y total abandono, fueron Maria Rabal Calleja y el inolvidable "Angelito, el Ciego". El músico Fidel Sáez Orive fué el mas decidido impulsor de su reconstrucción y acondicionamiento, en 1985.
La villa de Briones todavía conserva, en el último tercio del siglo XIX, su Capilla de Música, compuesta por maestro de capilla, organista, tenor, bajonista, sochantre y algunos tiples.
A lo largo de la historia se desarrolló una intensa actividad musical en la villa. Prueba de ello es la elevada calidad de la numerosa colección de cantorales en pergamino depositados en el coro de la parroquia.
Dos de los organistas que tocaron en este órgano, del que vemos su caja trasera, fueron grandes compositores: Francisco Bigaray y Lorenzo María de Polidura, del que todavía se sigue interpretando su "Miserere". Hasta 1932 la parroquia mantenía un organista remunerado, con plaza por oposición. El último que ocupo dicha plaza fué Luis Lobera Sancho, que ejerció su puesto desde 1925 hasta el citado año de 1932.
En la imagen adjunta podemos admirar la mecánica de registros con las etiquetas y teclado restaurados. La restauración del órgano duró todo un año y finalizó en el mes de noviembre de 1994. El órgano tiene casi tantos tubos conductores de aire como tubos sonoros, hasta un total de 1.133. La mayoria de los tubos, tanto conductores como sonoros, son de mezcla de estaño y plomo. Betolaza, en la restauración de 1826, puso madera constituyendo una verdadera pieza artesana.
Por fín, el 22 de diciembre de 1994, los brionenses pudiero de nuevo oir sonar esta auténtica obra de arte. A los acordes del "Salve Regina" de Babou el organista Vicente Ros certificaba la victoria lograda en el arduo camino de la restauración. Restauración que sin duda no hubiera sido posible sin el entusiasmo y dedicación de nuestro Párroco, Don Angel Gómez.